RadioTonica

Si tienen tiempo...vean esto....

domingo, 17 de junio de 2007

MIDLIFE CRISIS ??




Cumplir años, sentirse más viejos, es para la mayor parte de los seres humanos entrar en crisis, iniciar los "tas", o sea, los treintas, cuarentas, cincuentas, etcétera, ya no tiene marcha atrás.
Parece que fue ayer cuando apenas cumplimos quince o incluso la mayoría de edad. Hoy en día el tema ocupa las carteleras de cines y teatros. Recientemente, la película “Efectos Secundarios” y no hace tanto, la puesta en escena “Confesiones de Mujeres de 30”.

Y es que caemos en la cuenta de que el mundo no está a nuestros pies, que tardamos para la realización de nuestros sueños adolescentes que por cierto, se han convertido en metas.

Pensando sobre las causas que me estaban haciendo sentir de una manera un tanto melancólica estos últimos días -¿será junio, serán los típicos problemas de siempre, será el tiempo, será la cesantía?-, cuando de repente y tras varias horas de reflexión subconsciente, me he dado cuenta de que estoy en la crisis de los 30. Y no es porque haya cumplido 32, sino porque me he dado cuenta que desde hace varios meses, de forma voluntaria o involuntaria, a viva voz o para mis adentros, consciente y subconscientemente, no hago más que aludir al hecho de "ahora mismo tengo 32 años", "estoy en la treintena"... De modo que no hago más que agobiarme pensando "32 años y todo sin hacer: sin vivienda propia, sin un trabajo estable, sin un futuro profesional definido y que sea seguro..." . Y es que la crisis de los 30, para aquellos de mi generación, sobre todo para aquellos que hemos cursado nuestros estudios universitarios y nos hemos paseado entre trabajos temporales e inestabilidades de diversa índole, el peso de las responsabilidades se nos hace demasiado EVIDENTE y RÁPIDO. El contraste sacude.

Pero vas cumpliendo años y las cosas van cambiando. Te entran de repente los agobios, la necesidad de forjarte un futuro no es que sea apremiante, es que el futuro ha llegado para quedarse. Y si no te lo has forjado adecuadamente, comienzan los problemas. Pasamos de pensar en divertirnos a pensar en el trabajo, en la pareja, hijos, en compromisos, en la vivienda, en el dinero, en la salud, en la estabilidad y en todos los problemas de la vida adulta en definitiva. La presión social se hace evidente. Los conceptos éxito y fracaso cobran una nueva dimensión. Hay que madurar, y rapidito. Cambia en definitiva tu perspectiva vital. No digo que sea malo. Es ley de vida. Pero crisis, hay.


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Se ha hablado mucho sobre esta etapa. Que si nuestra generación tiene complejo de Peter Pan, que si Generación X, que si tal y que si cual. Yo en eso no entro. Yo solo digo que hay cambio. Y el cambio, per sé, es conflictivo. Y a algunos nos ha pillado el tren.

Pues bien, hago saber a todos aquellos que estén alrededor de los 30, años arriba, años abajo, solteros, afrontando problemas de pareja como si fuéramos adolescentes a nuestra edad (cuando la mayoría de nuestros amigos está casados y con hijos), fastidiados por el tema de la vivienda (ese tan sencillo: no tenemos dinero para la casa que nos gusta; aunque por lo general no tenemos dinero para una casa, cualquiera esta sea... Y encima, por regla general, estamos solteros, con lo cual la idea de comprarte una casa se convierte en algo así como la afirmación voluntaria de comprarte un reino de soledad, amén de las desventajas económicas que supone hacer frente a dicho gasto, y lo desprotegido que te sientes al enfrentarte a un compromiso así tú sólo., empezando a preguntarnos si nos vamos a quedar solterones, concluyendo en otras ocasiones que somos demasiado exigentes para vivir en pareja y que mejor estamos solos.

Otro factor de la crisis es la dificultad de atender en primer lugar a las necesidades más auténticas, en vez de las demandas impuestas desde afuera por los moldes sociales. Se minimizan así sentimientos de malestar que ocasionalmente pueden transformarse en enfermedades: estrés, depresión o malestares psicosomáticos que llevan a la persona a la necesidad imperativa de cuestionarse. En este sentido, la crisis es una oportunidad para revisar las propias creencias y situarse en el mundo de un modo que sea más respetuoso con el propio ritmo, deseos, expectativas y posibilidades. No obstante, el estado de vulnerabilidad en que se encuentran las personas cuando entran en crisis también la pueden exponer a “soluciones” que no lo son tanto: más aparentes que profundas, que rompen con todo dejando las cosas tal cual, provocando cambios espectaculares que no necesariamente informan de un verdadero cambio interior.

Ejemplo de lo anterior, es decir de los banales, hipócritas e insustanciales moldes sociales es el ejemplo que les mostraré a continuación:

Desde mi perspectiva yo entiendo la crisis de los 30 en la mujer así:

Tiene un trabajo asqueroso de 8-10 horas diarias por el que cobra apenas el sueldo mínimo, que dicho sea de paso, no alcanza para una vida propiamente tal. No se corresponde con sus estudios y/o su calificación profesional, está infravalorada y siente que ha perdido el tiempo, porque se ha pasado su juventud estudiando y para poco o menos que nada.

Tanto peor, no tiene trabajo, y busca por todas partes, claro piden experiencia que obviamente no ha adquirido por estar estudiando en la universidad, al final tiene que buscar empleo de cualquier cosa, y termina pasando lo mismo que en el punto anterior.


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Para la movilización también necesita ahorrar dinero, ya que depende del transporte público para buscar empleo de aquí para allá. En el mejor de los casos, a duras penas está pagando un auto, y cada vez que se viene un pago, le cambian los números de la cuenta de color, a rojo, por supuesto.

Depende, aunque no quiera, de sus padres aun, no ha conseguido trabajo y obviamente no tiene con que costearse la movilización, menos un hábitat digno e independiente…en el mejor de los casos, convive con sus padres. Qué otra cosa puede hacer, si apenas le da para sus gastos propios (pedirles dinero a sus padres le parece excesivo) y para ir ahorrando, mes a mes, Así que sigue en un dormitorio juvenil, en una cama de 90 cm., con peluches en las estanterías, libros, revistas, recuerdos de viajes, fotos, postales y posters en las paredes.

Si tiene novio, quiere pasar el mayor tiempo posible con él. No hay manera de hacer el amor en ningún lado, siempre hay gente que les está molestado. Así que está buscando una casa para irse a vivir con él. Pero si sus padres pagaron la hipoteca de la casa en apenas 6-8 años, ellos tendrán que pagarla en 30, siempre que alguien les avale con un bien lo suficientemente bueno (la casa de los padres, a su vez).

Si no tiene novio con casi 30 años... huy, mal vamos. Poco importa que haya estudiado, que tenga amigos por doquier, que hay podido viajar al extranjero... nonono, a los ojos de familia, vecinos, incluso amigos, esta chica tiene algo. O es una rara, o no sabe convivir o lo que sea, el caso es que será una "solterona amargada", "se quedará para vestir santos", "no será nada en la vida"...

A veces también se intenta lo de la boda (si tienes novio, claro). Poco menos que se hace necesario pedir un préstamo para pagarla o, con suerte, amplías la hipoteca y te lo pagas de ahí. Porque una boda es una boda y una sólo se casa una vez en la vida (jeje, sí, ya). Para eso necesita la parafernalia de invitaciones, lista de invitados, vestido de la novia, traje del novio, banquete, recordatorios y un largo etcétera.

Siente la llamada de la maternidad. Sueña con niños sonrosados de pelo rubio que la miran con los ojos azules más bonitos del mundo y se ríen. Y ella llora de felicidad al ver entre sus brazos una cosa tan bonita. Pero despierta y se dice que como se va a plantear ahora tener un bebé, si tiene un trabajo de mierda, una hipoteca asfixiante o vive con sus padres y está soltera y sin planes de novio en el futuro... Así no te dan ganas de traer niños al mundo, a pesar de que sabes desde los 15 años que quieres ser madre.


Siempre está la alternativa de tomarse las cosas con humor, con la sanidad mental que eso implica, y que mejor que recordar todo lo que han vivido hasta el momento.

Hoy, los que este año cumplen treinta y tantos, recordarán que durante su infancia el Concorde realizó su primer vuelo comercial; la saga Guerra de las Galaxias comenzaba su éxito; el Exorcista, el Padrino, también vistieron las marquesinas y eran todo un éxito.
Triunfaban AC/DC, Los Rolling, Queen, Billy Joel, David Bowie, Bob Marley. Las caricaturas favoritas, “Scooby Doo”, y el futurismo de “Los Supersonicos” , todo lo creado por Hanna Barbera.

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El juguete favorito, era el cubo rubik, que me parece un mejor juguete que los modernos, ruidosos y molestos. Menos el play station que parece ser un juego enviciante.

Cuando teníamos dinero no encontrábamos nada mejor que gastarlo todo en golosinas, en chicles, en chocolates, paletas, y no contentos con eso íbamos y nos echábamos todo eso a la boca el mismo día, terminando con una indigestión tremenda.

En fin, mi opinión sincera en cuanto a esto es que hay gente que no sabe valorar la vida que tiene, independiente de los cuestionamientos y las crisis, que son inevitables, hay personas que se la pasan llorando y quejándose de lo mierdosa que es su vida y están muy a gusto así, es decir, están mas cómodos diciendo eso, en lugar de hacer cosas por cambiar su vida, aunque cueste.

Hay gente que vive con el temor de no cumplir con convencionalismos sociales, dicho sea de paso, de una sociedad cada día más corrompida, pensando en el que dirán y con la angustia de no ser lo que la gente espera de ellos.

Me parece un poco patético estar pensando en cumplir con los demás tan reverendas estupideces, en lugar de hacer lo que uno quiere hacer, independiente de tu edad y de los problemas que la vida te puede traer, es decir, ¿Son tetrapléjicos? ¿Has sido violada?, ¿Tu país está en guerra?, mi opinión…hay que tratar de ser propositivo (ojo, no dije positivo) y echarle ganas a la vida.

Aquellos que tanto nos esforzamos en esta vida por elevarnos a ese más allá, despojándonos de las ataduras de la tierra con tal de vencer los miedos que en ella nos acechan, nos encontraríamos muy sorprendidos de comprobar que el mensaje divino que encontraríamos en el más allá, aquel que esperábamos que nos librase de todos nuestros miedos, respondería a nuestra duda sobre el sentido de la vida y qué es lo que debemos hacer del siguiente modo: lo que hay que hacer es VIVIR. Precisamente... Y es que alguien dijo alguna vez y con bastante razón, que peor que el miedo a morir era el miedo a vivir, aunque en estas cosas, como en todo, hay que evitar los extremos, pues como decía Lao Tse, hay también quienes por apego a la vida activan con celeridad la palanca de la muerte.