Búscame cuando te apenes, llámame cuando estés triste.
En la hierba canto; la humedad de la tierra hizo crecer nuevas semillas
y en el horno de barro se hicieron cenizas las antiguas.
Ven…recuéstate a mi lado,
no hagas ruido: entra descalzo.
Mi vientre será tú almohada,
mis manos serán remanso…
tal vez te calme.
Mis dedos recorrerán cada surco, cada recuerdo,
sonrisas o la huella de una lágrima.
Guardé augurios, caricias, versos
para conjugar contigo cada noche de solitario espanto.
Te cobijaré con mis alas quebradas
y te daré mis ojos de tanto en tanto....
¿Ves el lago, donde flotan los sueños?
Al anochecer nos acercaremos a la orilla,
empujaré un barco de papel con deseos, serpentinas y cometas.
Serán testigos…
El claro de luna, los grillos, la mirada del búho,
el aullido de mil lobos, y el silbido del nuevo viento.
Levántate señor Oscuro, mi amigo, hay muchas cosas esperando...
No temas, no me temas…estoy siempre aquí observando...
y de lo demás,... ya no me acuerdo.
Para usted ...que me habla de tanto en tanto...